Los nuevos contaminantes plásticos que invaden nuestras costas

‘Plastiglomerados’ en costas de Canarias. Grupo de investigación AChem de la ULL

Una nueva generación de compuestos plásticos, de los que aún se desconoce su verdadero impacto y la sociedad aún no es plenamente consciente, invaden nuestras costas.

Javier González Sálamo*

Durante los últimos años, hemos sido testigos de la presencia cada vez mayor de largas hileras de pequeñas partículas plásticas que recorren nuestras playas de punta a punta y que corresponden a microplásticos que han llegado con las últimas mareas. En ciertos lugares incluso los vemos por encima de la línea de máxima pleamar, donde siguen siendo fácilmente reconocibles. Pero los microplásticos no solo se hallan en el medio marino, también los podemos encontrar en los suelos e incluso en el aire que respiramos, aunque en este último caso no seamos capaces de verlos a simple vista.

A pesar de que lo más habitual es encontrar estas partículas de forma aislada, en los últimos años se ha empezado a observar la presencia de nuevas formaciones plásticas, cuyos efectos aún están por estudiar. Se trata de materiales compuestos, en inglés, composites, formados a partir de plásticos, en muchos casos microplásticos, solos o combinados con otros materiales.

‘PLASTIGLOMERATES’: DE TODO, UN POCO

Probablemente muchos de nosotros ya los hayamos visto sin darnos cuenta. Los plastiglomerates, cuya traducción al español podría ser plastiglomerados, son en realidad una mezcla de diferentes materiales, entre los que destacan trozos de madera, arena, materia orgánica e incluso plástico quemado/fundido. Muchas de estas formaciones acaban generalmente enterradas, aunque estamos empezando a verlas cada vez más en las costas de Canarias, en particular, sobre las rocas, con un nuevo componente que actúa de aglutinante: el piche que tanto hemos visto en muchos lugares y que, a pesar de las prohibiciones, sigue llegando a nuestro litoral. Los plastiglomerados pueden liberar al medio ambiente diversos compuestos químicos, con los consecuentes efectos negativos que ello acarrea.

‘PYROPLASTICS’: ¿ROCAS DE PLÁSTICO?

Cuando los plásticos se queman parcialmente, se pueden producir una serie de formaciones muy particulares con un gran parecido a las rocas. Son los denominados pyroplastics (piroplásticos), sin una forma definida, bastante agrietados y, generalmente, de color negro, blanquecino o marrón. Aunque los veamos, probablemente no seamos capaces de decir que son plásticos a simple vista.

Al igual que los plastiglomerados, los piroplásticos pueden liberar compuestos químicos al medio ambiente, pero también se ha visto que, tal y como ocurre con los microplásticos, en el medio marino pueden actuar como vectores de dispersión de especies invasoras, al poder ser colonizados por determinados microorganismos e incluso transportar ciertos invertebrados.

‘PLASTICRUSTS’: LA NUEVA ‘DECORACIÓN’ DE LAS ROCAS MARINAS

Hoy en día, sabemos a ciencia cierta que, debido a la acción de la luz y de las altas temperaturas, los plásticos acaban debilitándose, lo que culmina en su fragmentación, sobre todo al ser golpeados por el oleaje contra las rocas de zonas costeras. Pero ¿qué ocurre si en ese choque el plástico queda incrustado en la roca? Que se forman los plasticrusts (plasticostras), que, aunque acabarán fragmentándose en partículas cada vez más pequeñas, constituyen un riesgo aún por determinar para el ecosistema intermareal, dado que, incluso estando en la propia roca, pueden ser ingeridos por diferentes organismos marinos.

‘ANTROPOQUINAS’: LA HUELLA HUMANA EN LA ROCA

Cada vez son más los científicos que proponen denominar a la época actual en la que vivimos como Antropoceno, debido precisamente al impacto que el ser humano está dejando sobre nuestro planeta. Si bien todavía no existe consenso al respecto, la realidad es que estamos dejando esa huella humana allá donde vamos, hasta tal punto que la encontramos en las propias rocas sedimentarias que se forman por la acumulación y compactación de pequeñas partículas. Cuando en esas rocas aparecen trozos de plásticos se las ha denominado por algunos autores como antropoquinas. Su origen está en las basuras plásticas que han quedado enterradas y está claro que servirán incluso de registro geológico de esta época.

Sin duda alguna, todas las anteriores son nuevas formaciones que contienen importantes cantidades de plásticos, sobre todo microplásticos, de las que la sociedad no es probablemente consciente, pero que están dejando una huella más en el medio ambiente. Si alguna vez alguien estudia los vestigios de nuestra sociedad, como nosotros estamos estudiando en la actualidad los de nuestros antepasados, puede que encuentren restos de esos materiales que tanto utilizamos, los plásticos, sobre todo como resultado de muchas de estas nuevas formaciones.

*Investigador del Programa Agustín de Betancourt
Grupo de Química Analítica Aplicada (AChem) de la ULL


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