Comercial Jesumán, bajo sus marcas comerciales de establecimientos de alimentación Tu Alteza y Tu Trébol, es la empresa colaboradora que, junto con la FUNDACIÓN DIARIO DE AVISOS, han puesto en marcha el proyecto de apoyo emocional Los dragos del volcán
Comercial Jesumán, bajo sus marcas comerciales de establecimientos de alimentación Tu Alteza y Tu Trébol, es la empresa colaboradora que, junto con la FUNDACIÓN DIARIO DE AVISOS, han puesto en marcha el proyecto de apoyo emocional Los dragos del volcán, un cuento escrito por la autora Montse Vázquez, con ilustraciones de Jesús Rodríguez (Suja), que tiene por objeto servir de instrumento para el profesorado, que podrá realizar diferentes actividades pedagógicas con él para devolver la esperanza a tantos niños palmeros que de un día para otro se vieron afectados por la erupción del Volcán Cumbre Vieja.
José Ignacio Hernández asegura que desde el primer momento se sintió entusiasmado con el proyecto planteado por la FUNDACIÓN, porque, a pesar de que ya estábamos colaborando con La Palma a través de ayudas económicas y de alimentos, el hecho de ayudar emocionalmente a los niños para que recuperen la ilusión y entiendan lo que les ha ocurrido nos entusiasmó”.
-¿Qué fue lo que más le gustó del proyecto ‘Los dragos del volcán’?
“Pues la verdad es que desde el principio me entusiasmó. Desde que ocurrió la erupción en el mes de septiembre el Grupo, con sus marcas comerciales Tu Alteza y Tu Trébol, hemos estado muy involucrados ayudando a la isla de La Palma. Lo hemos hecho tanto económicamente, a través de los servicios sociales, Cáritas y Cruz Roja, como por medio del envío de alimentos. Sin embargo, este proyecto me gusta por la necesidad de apoyo emocional que tienen los niños. Para nosotros es importantísimo que se pueda resarcir en la medida de lo posible el daño que se haya podido producir a los más pequeños viendo el sufrimiento de sus padres y abuelos. Una situación trasladada a los menores que ven cómo su colegio lo han perdido, sus abuelos viven ahora en su casa y eso les ha creado mucha angustia”.
-En realidad pocos entienden lo que ha ocurrido.
“Exacto. El grupo también colaboró enviando psicólogos y todos coincidían en que la población estaba en shock. Si a los adultos nos cuesta entender lo que ha ocurrido, imagínese a un niño, que ve cómo de un día para otro no tiene casa, colegio o sus abuelos han perdido la finca y viven con ellos. Son muchos cambios que a un niño le cuesta entender. Cuando fuimos a presentar el proyecto al Colegio Princesa Acerina en La Palma los profesores nos contaban que los niños venían al colegio y no hablaban. Se pasaban las horas mudos. Por eso es tan importante este proyecto, porque si estos problemas no se tratan ahora pueden agrandarse a medio o largo plazo. Si queremos reconstruir La Palma, hay que preocuparse también de los más pequeños”.
-Quizás tratar de darles esperanza.
“El cuento lo que hace es precisamente eso. Narra que estamos en unas islas volcánicas y que lógicamente esa situación se puede dar. Además, la empresa viene de Icod de los Vinos y nuestra mayor insignia es el Drago. Cuando leí el cuento y vi que se sembraba una semilla de Drago, le puedo decir que me emocioné porque en el fondo es vincular lo que ha ocurrido con un árbol robusto, fuerte, señorial y que siempre revive por lo que es el idóneo para sembrar la esperanza. Los alumnos de los centros escolares dentro de este proyecto plantarán una semilla y dentro de muchos años verán ese Drago en su colegio y será un ejemplo de cómo resurgir tras una situación dramática. Además, el libro está enfocado para que lo puedan leer tanto un niño de siete años como uno de 14 y con magníficas ilustraciones. Es un libro muy didáctico y refleja cómo era la vida antes de la erupción y cómo es después, y que la vida sigue y que la ilusión hay que mantenerla. Nosotros como grupo hemos ayudado a la isla de La Palma económica y socialmente, pero nos faltaba esa parte emocional a la que no podíamos llegar porque no teníamos la infraestructura. Por eso cuando la FUNDACIÓN DIARIO DE AVISOS nos propone participar en este proyecto emocional, lo apoyamos sin contemplaciones”.
-Es que ahora los profesores tienen una labor muy importante.
“Mucha. Actúan verdaderamente como psicólogos, porque conocen a los niños. Por eso creo que se le debería prestar mucha más atención al sistema educativo de La Palma, ya que hay mucho trabajo por hacer y creo, además, que es la mejor inversión que se puede hacer en estos momentos. También considero que es importante poner en valor que los niños sepan que, a pesar del fenómeno tan impresionante que puede ser una erupción volcánica, se pusieron todos los medios para que no hubiera si no, desgraciadamente, una víctima mortal y no fue directamente por los efectos de la erupción. Es importante que los niños entiendan que puede venir una tragedia como esta, pero no necesariamente tiene que haber víctimas mortales. Se trata de que vean el lado positivo y la esperanza detrás de una situación traumática. Tener una isla en shock no es bueno ni para la isla ni para el resto de Canarias. Hay que ayudarlos a resurgir y a tener esperanza, y, sobre todo, enseñarles el valor de la vida”.
-Se trata de dar esperanza a los más pequeños, ¿no? Quizás es a los que más les cuesta entender lo que ha pasado.
“Exacto. Dentro de la filosofía de la empresa está la de retornar a la sociedad lo que se nos da y por eso también tenemos una Fundación, a través de la cual hacemos estas actividades, pero en esta ocasión nos unimos a la FUNDACIÓN porque nos pareció una idea magnífica, pues es empezar desde abajo, es decir, iniciar la reconstrucción de La Palma desde los más pequeños”.