Por Domingo Negrín, Carmelo Rivero y Carlos Sosa. | Con las elecciones locales y autonómicas a la vista, Ángel Víctor Torres se ha asomado al horizonte 28M desde el Foro Premium del Atlántico, de la Fundación DIARIO DE AVISOS. En ese escenario se enmarca esta entrevista con el presidente del Gobierno de Canarias.
-Mirando hacia el futuro, con la situación de la que se viene, ¿piensa que vamos a tener cuatro años por delante que, como contraste, serán felices?
“Yo terminaba diciendo recientemente en el debate de la nacionalidad que lo mejor está por venir. Teniendo en cuenta lo que hemos vivido, añadía. Creo que ninguna sociedad hubiese soportado 20 puntos de PIB perdidos si no se tira de lo público, era imposible. Fue una gran enseñanza. La economía la mueve el sector privado, pero cuando viene una situación imprevista, como una pandemia, tenemos que tirar de lo público y en todos los sitios no se tiró igual. Sí, habrá dificultades. Pero la economía se está ordenando y muchísimas cuestiones que no se pudieron hacer en estos años se harán”.
-¿Hay recursos suficientes?
“Bueno, tenemos recursos de fondos europeos que no se han utilizado por si vuelven las reglas fiscales o hay un parón en la economía. Si tú dices muchas veces que las cosas van a ser de color negro, probablemente se ennegrezca todo. Lo que pasa es que nos vamos a jugar el modelo”.
-¿En qué sentido?
“Eso se decidirá en estas elecciones. Cuando me preguntan si no se hubiese hecho esto si llegamos a estar nosotros, respondo que nosotros no estábamos, no presidíamos Canarias. Hubo años en los que se pudo hacer y nunca se apostó por la educación de 0 a 3 años, nunca se complementaron las pensiones no contributivas de 50.000 familias -la mayoría, mujeres que trabajaban y no estaban de alta en la Seguridad Social-, en la dependencia se ha dado un vuelco, las becas, dar una mayor política a los ayuntamientos, doblar las partidas para los derechos sociales… No hemos tenido conflictos con la Fecam, porque ha habido un Gobierno que ha entendido la realidad municipal y la insular. Es lo que diga la gente y, luego, lo que surja de las negociaciones parlamentarias”.
-Usted ha destacado algunas decisiones que parece que están siendo muy valoradas por la ciudadanía. Han tenido que lidiar incluso con el primer confinamiento que hubo en España, en un hotel de Adeje, con motivo de la pandemia de coronavirus y, sobre todo, con una erupción volcánica. ¿Hay alguna medida de la que se arrepienta?
“Yo tomé decisiones que me correspondían, y mi organización política me dejó absoluta libertad, para nombrar a los máximos responsables del Gobierno y estoy muy contento del equipo que se conformó. En esta época difícil pesaba mucho la experiencia, con dos consejeros que lo fueron en los años 90. Ha habido momentos muy de histeria, muy de ‘esto nos lleva por delante’. Ahí creo que se acertó. Pero también tuve que hacer cambios en nombramientos, que no fueron errores. Lo hicieron de la mejor manera posible. No es que me arrepienta. No sé en qué corregiría”.
-Se le reprocha una cierta complacencia con el Gobierno central. ¿Qué hay de eso?
“Yo me siento satisfecho de mis enfrentamientos con el Gobierno de España, porque lo he hecho como me hubiese gustado que lo hicieran si yo fuera el presidente, con lealtad, a la cara. Con el REF hubo momentos muy complicados”.
-¿Les va mejor en sus comunidades autónomas a esos que se llaman barones enfrentándose a Pedro Sánchez que a usted aquí, en Canarias, donde algunos de sus adversarios lo califican de sumiso?
“Ante eso, digo: Tú, que fuiste presidente, ¿qué conseguiste que no fuera abrir frentes?. Convocaba [Fernando Clavijo] al Consejo Asesor para hacer un frente contra Madrid. Yo lo que he hecho es sentarme frente a frente al Gobierno de España. Y no siempre hemos ganado, ¡eh! Nosotros tenemos ahora una relación con nuestros vecinos de Marruecos normalizada. Eso tiene sus aristas, la defensa de los derechos humanos, muy sensibles. Mi responsabilidad es la que asumí y la primera, lógicamente, es que circunstancias como lo que ha ocurrido en Ucrania y Rusia afectan a los territorios limítrofes. He apelado a la responsabilidad de Estado de los partidos que han gobernado en Canarias o que aspiran a hacerlo. En ocasiones hay que tomar decisiones que a veces no son entendidas por la mayoría, pero que responden a un interés de la sociedad”.
-¿Encuentra alguna explicación para esa especie de milagro isleño o se ha hecho la película de que estamos en un sueño?
“Yo creo que es la potencialidad de esta tierra, con un buen equilibrio, una buena negociación entre todos los poderes económicos. La pandemia hizo que, por vez primera, una reforma laboral fuera unánime, algo excepcional en España, entre los sindicatos, la patronal y el Gobierno de turno”.
-¿Por qué ha sido así?
“Porque había un enemigo externo. Parece que se empieza a recuperar la normalidad y vuelven otra vez los enemigos en la mesa. Canarias lo que lo que tiene que hacer es quitarse el permanente complejo de territorio acomplejado, aplatanado, marginado y pisoteado. Que hemos hecho una conferencia de la OCDE, que ya está aquí la Agencia de Vulcanología y que peleamos por la Agencia Europea del Turismo. Se ha utilizado una estrategia que puede dar votos, lo que no da es economía. ¡Oye!, cuando nos marginan hay que decirlo. Y hubo gobiernos que nos marginaron y que fueron condenados por retirar convenios firmados con Canarias, lo que eran las partidas para vivienda, para ayudas al transporte, para carreteras, para los planes de empleo… Yo quiero un Gobierno de Canarias que se siente ante el central, el que sea, y que al acabar los cuatro años haga balance: lo que peleó y lo que consiguió. Algunos se quedan solo con la pelea”.
-¿La estrategia de la confrontación es rentable?
“Repito que esa estrategia puede dar votos, pero conseguir cosas también da votos y la gente lo ha percibido. ¿Qué es la defensa de Canarias? ¿Por qué un partido central defiende menos a Canarias que un partido local? ¿Dónde está escrito?”.
-Después de esta generosa inyección de fondos públicos, ¿un eventual cambio de ciclo político ahora podría pasar una onerosa factura?
“Un responsable público se examina no porque sea más guapo o más feo ni porque tenga más medios de comunicación a favor o en contra. Se debe examinar de las medidas tomadas. Por ejemplo, sometido a un acoso tremendo, el Gobierno de Pedro Sánchez será más o menos simpático, pero la política no es simpatía. Las pensiones este año se cobran acorde a lo que es la carestía de la vida y eso es un hecho de justicia. El salario mínimo interprofesional ha aumentado para que la gente pueda afrontar lo que cuesta llegar a final de mes. Los estudiantes tienen más becas hoy que nunca, la lucha contra la violencia machista ha contado con los mayores recursos, las partidas para la ley de dependencia… Se ha hecho una política fiscal determinada, progresiva. Y el sentimiento independentista es menor en ciertos territorios que antes de llegar Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. España no se rompe. Claro que hay amenazas. Creo que muchos asuntos van a quedar frenados y, sobre todo, el equilibrio social será repercutido en negativo”.
-¿El miedo escénico no es real, entonces?
“Lo que no es verdad es que vengan años de devolución de fondos, de apreturas sociales, de recortes. Eso es un mensaje falso, porque quedan 80.000 millones de euros por utilizar por parte del Gobierno de España de los que salieron de aquella negociación de cinco días en el seno de la Unión Europea. Hay seguridad económica”.
-¿Les consta la preocupación del sector turístico, fundamentalmente, ante una situación de inseguridad jurídica?
“Ahí están los datos presupuestarios de la inversión en I+D+i, cómo estamos apostando claramente por la tecnificación, por la digitalización. Canarias puede ser en eso un lugar único en el mundo. El sector audiovisual exige que tengamos centros de formación, dentro de la diversificación del turismo en ocho escenarios naturales distintos. El turismo sigue siendo capital”.
-Las inversiones…
“Lógicamente, los inversores buscan seguridad jurídica, planes generales que estén cerrados, vigentes, que permitan esas actuaciones. Junto a ello, el cumplimiento de los parámetros que marcan las legislaciones medioambientales y urbanísticas, respetar el Estado del derecho. Otro gran debate es el de las velocidades. El Gobierno de España acaba de ordenar la delimitación de los espacios marítimos, con 5 demarcaciones; una de ellas, es Canarias. ¿Puede la introducción de energía eólica en mar convivir con el turismo? Indudablemente, sí. ¡No vas a poner los molinos de viento a 2 kilómetros de Playa de Las Américas, de Morro Jable o de Las Canteras! Se ha autorizado una planta de almacenamiento a una distancia de 7 kilómetros de la costa sureste de Gran Canaria en consenso con el Cabildo. Cada isla debería entender que el camino es ese. Tiene que haber un proyecto insular autosuficiente. Tenerife necesita una planta de almacenamiento y, para eso, Güímar es clave”.
-Diversificación, ¡vale! ¿Y la revisión, qué?
“Hay varios mecanismos. El ministro Héctor Gómez ha anunciado una partida para las comunidades autónomas a través del programa de planes de sostenibilidad turística conforme a la aportación al PIB y al número de visitantes. Las actuaciones las proponen los ayuntamientos. Del mismo modo, hay que aceptar la autonomía insular. El volcán de La Palma [Cumbre Vieja] y la pandemia dejaron en evidencia el riesgo del monocultivo: el del sector primario o el del turismo”.
-¿Qué pasa con la ecotasa?
“La tasa turística estaba en el programa de gobierno del pacto de las Flores: analizar su implantación. No opinaban lo mismo Sí Podemos Canarias, Nueva Canarias y el PSOE, con matices, que ASG. Ese debate estará en la próxima legislatura y habrá variabilidad entre las propuestas. Nosotros hablamos de un tipo impositivo indirecto que sea finalista, destinado a un turismo sostenible, y consensuado con el sector turístico. Hacen falta recursos y actuaciones para mejorar los espacios”.
-¿Se ha parado a reflexionar sobre su carrera política?
“Yo llegué en el año 99. Iba de número tres en una lista del PSOE, en Arucas, y tuvimos los peores resultados de la historia. ‘¡Yo me marcho, esto es un desastre!’. A los dos años teníamos que cambiar desde dentro y a los cuatro fui alcalde. No sé si yo estaré 26 años, de lo que sí estoy seguro es de que seguirá por ahí Román Rodríguez. Como dice él, ‘Yo no me retiraré nunca’. Le aplico el cuento del escritor tinerfeño Daniel Duque: ‘Tú saldrás de aquí con los pies por delante, ¿no?’. Sinceramente, pensé que sería un concejal de poco tiempo; después, un alcalde de poco tiempo. Nunca imaginé que sería candidato a la presidencia [del Gobierno de Canarias], no estaba en el horizonte. Luego, las circunstancias me han hecho caminar. Con la presidencia me convencí de que podíamos conseguirlo”.
-Con opciones de repetir…
“Me llevo muchos aprendizajes de las tres semanas posteriores a las elecciones de hace cuatro años. Ganas, logras 25 diputados; el siguiente, 20; el otro, 11; el otro 5; 4; 3 y casi es presidenta alguien de la tercera fuerza política [Australia Navarro, del PP] que ni siquiera era candidata. ¡Estrambótico! En Canarias puede haber situaciones absolutamente surrealistas. Son legítimas, legales. Otra cosa es que sean normales. Eso es un sello. Hay quien defiende el poder para ejercerlo, para estar, y si es presidente, bien; si es vicepresidente, también y si es consejero. Lo que sea”.
-La tradición presagiaba una corta vida del cuatripartito…
“Pues no se ha marchitado. Cuando firmo un acuerdo de gobierno lo hago para que dure, no estoy con jugadas. El presidente del Cabildo de Gran Canaria [Antonio Morales, de NC] podrá corroborarlo. Sin embargo, lo que sí he visto en Canarias es que hay quien quiere estar siempre en el poder y le da lo mismo de qué manera”.
-¿Entra en los planes del PSOE gobernar con CC?
“Nosotros salimos a ganar y, si no conseguimos gobernar en soledad, habrá que sentarse con todos, menos con Vox si logra representación. Si has apostado por una confluencia y el pacto ha funcionado… Puede ocurrir cualquier cosa. Apetencias imposibles. Un Gobierno en minoría. Fórmulas distintas. A partir del 29 de mayo”.