A menos de un mes de la cita con las urnas y una semana antes de la campaña electoral, Ángel Víctor Torres ha repasado una legislatura tranquila en un contexto socio-económico y sanitario agitado, tembloroso. Durante su participación, este jueves, en el Foro Premium del Atlántico, de la Fundación DIARIO DE AVISOS, el presidente del Gobierno de Canarias combatió el derrotismo con dosis de optimismo. Tras su intervención inicial, el líder regional del PSOE y candidato a la reelección compartió una charla (entrevista-coloquio) con Carmelo Rivero, adjunto al editor de Diario de Avisos, y Carlos Sosa, director de Canarias Ahora. Eso que se ha venido a definir como milagro lo atribuyó a la “potencialidad de una tierra con muchísimas posibilidades”. Lo que pasa, comentó apesadumbrado, es que “se ha utilizado una estrategia [de confrontación] que puede dar votos, pero no economía”. Sin mencionarlo expresamente, esta fue una de las alusiones a su predecesor en el cargo, Fernando Clavijo, que lo intenta de nuevo después de haberle cedido el testigo rumbo al Senado. “Cuando nos marginan hay que decirlo”, exclamó Torres. “Hubo gobiernos que nos marginaron y que fueron condenados por retirar convenios firmados con Canarias: ayudas para viviendas, el transporte, carreteras, para los planes de empleo… Yo quiero un Gobierno de Canarias que se siente ante el de España, el que sea, y que al acabar los cuatro años haga balance: lo que peleó y lo que consiguió. Algunos se quedan solo con la pelea. La gente ha percibido que conseguir cosas también da votos”. Para rematar, señaló a Coalición Canaria sin pretender meter, a deducir del tono, el dedo en un ojo: “¿Por qué un partido central defiende menos a Canarias que uno local? ¿Dónde está escrito eso?”. De la pandemia de la COVID-19 extrajo la enseñanza de que “un buen equilibrio, una buena negociación, entre todos los poderes económicos nos va a hacer crecer”. Tal idea la ilustró con la reforma laboral: “Por primera vez, fue unánime (sindicatos, empresarios y Gobierno), algo excepcional. Se hizo así porque había un enemigo externo. Parece que se recupera la normalidad y vuelven los enemigos en la mesa”. A su juicio, “Canarias tiene que quitarse el permanente complejo de territorio acomplejado, aplatanado, marginado, pisoteado”. Puso varios ejemplos: “Una conferencia de la OCDE, la Agencia de Vulcanología y hay opciones de albergar la Agencia Europea del Turismo”.
Al comienzo, Torres evocó sus palabras de cierre en el último debate de política general (sobre el estado de Canarias): “Lo mejor está por venir, teniendo en cuenta lo que hemos vivido”. Ninguna sociedad “hubiera aguantado haber perdido 20 puntos del PIB si no se tira de lo público”, arguyó. En circunstancias no extraordinarias, argumentó, “la economía la mueve el sector privado”. Aunque predijo “cuatro años de crecimiento”, apartó las manos de la caja de fuegos de artificio: “Serán tiempos complicados sin duda, pero mejores que estos. La economía se está reordenando y se harán muchas cosas pendientes”. Eso sí, precisó, el “modelo” lo decidirán los comicios del 28M. El coronavirus y el volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, dejaron en evidencia, observó, “el riesgo del monocultivo”, el turismo y el ámbito primario. A propósito del motor de la economía isleña, el mandatario autonómico reconoció, con un guiño al ministro del área -el tinerfeño Héctor Gómez-, que “se necesitan recursos y actuaciones para mejorar los espacios”. Sobre la ecotasa, se ubicó en una posición intermedia entre el entusiasmo de dos de los socios en el cuatripartito -NC y SPC- y el escepticismo de ASG. El PSOE presentará el lunes 8 su programa, que incluye la propuesta de un tipo impositivo indirecto que sea finalista y consensuado con las patronales. Reivindicó, en cualquier caso, la autonomía municipal e insular, por lo que apeló a la común compresión de las peculiaridades.
A quienes le han colocado la etiqueta de “sumiso”, Ángel Víctor Torres les respondió: “Tú, que fuiste presidente, ¿qué conseguiste que no fuera abrir frentes contra Madrid? Yo lo que he hecho es sentarme frente a frente al Gobierno de España. Y no siempre ha sido fácil”. Tampoco tuvo empacho en defender la gestión de Pedro Sánchez, cuyo Ejecutivo ha sido “víctima”, denunció, de un “acoso tremendo”. La política “no es simpatía”, sentenció. A continuación, alertó de las amenazas ante un eventual cambio de ciclo: “Muchos avances pueden quedar frenados y, sobre todo, el equilibrio social será repercutido en negativo”. En cuanto a los hipotéticos pactos, Torres lanzó el balón al tejado de los ciudadanos: “Hablaremos a partir del 29 de mayo”. De entrada, descartó contactos con Vox.
El invitado arrancó risas cuando recordó sus comienzos en la actividad pública -”los peores resultados de la historia”, luego sería alcalde de Arucas- y comentó la longevidad de Román Rodríguez.