Familiares, amigos y compañeros homenajean la figura del abogado y celebran su legado en un acto iluminado por el imborrable recuerdo de su calidez humana y ética profesional
Familiares, amigos y compañeros del prestigioso abogado y profesor universitario José Luis Sánchez-Parodi Pascua, fallecido a los 62 años el pasado marzo, se dieron cita este viernes para homenajear la figura de una persona cuyo legado va más allá de los éxitos profesionales que obtuvo como jurista, dado que tanto su inmaculada ética profesional como, particularmente, su admirable proceder personal han servido de ejemplo de bonhomía para todos los que tuvieron la oportunidad de tratarlo. En apenas hora y media que al final pareció escasa, los asistentes al evento organizado por la familia de José Luis y la Fundación DIARIO DE AVISOS confirmaron lo presente que está su legado en la sociedad tinerfeña y que seguirá en sus memorias este ilustre jurista bajo cuyo pecho latía un corazón de oro.
La respuesta a la convocatoria fue tal que hubo que habilitar una sala anexa al salón de actos de la sede central de CajaCanarias para que así nadie perdiera detalle de los testimonios que, grabados o en persona, honraron al ausente como un buen hijo, buen esposo, buen padre, buen compañero y gran amigo que demostró ser.
Con la presentación de Emilia González, un texto de Jaime Pérez-Llombet glosó la trayectoria de este amante de los deportes, la música y la literatura, incansable devorador de conocimientos dotado de una especial empatía para arrimar el hombro a quien lo necesitaba.
Devoto de su familia, este hijo de un presidente de la Audiencia Provincial formó con Gabriela Reverón un tándem inseparable cuyos frutos son sus tres hijos José Luis, Fernando y Gabriela. Precisamente, Gaby fue la primera que intervino in situ recordando al padre que, antes de cada partido de baloncesto, le recordaba: “Preocúpate de disfrutar en la cancha, que eso me hace feliz”. “Todo lo que soy te lo debo a ti: Eres mi persona favorita”, concluyó tras dedicarle Elegía, poema de Miguel Hernández.
Las pasiones de José Luis, como eran la música, el deporte o la literatura, fueron parte de un evento entrañable
En breves mensajes, Jorge Hernández destacó la honradez y lealtad de José Luis, al que Carolina Tabares definió como “el mejor padre, pareja y amigo”. Jesús Alonso le agradeció la “pasión común por el derecho, y la complicidad”, mientras Fran Brito reconocía que a nadie le grababan más corazones en los pupitres de la Facultad y Paula García Marrero sentenciaba: “Siempre estaba ahí”
La catedrática de la Complutense Juana Pulgar se subió a la tarima para preguntarse “cómo es posible que no esté José Luis, si lo veo reflejado en cada rincón de esta ciudad”. Tras loar su talla como jurista, agradeció que siempre pudiera con su apoyo, “que siempre creyera en mí”, a la par que bromeó sobre su devoción por su esposa: “Le tenía envidia a Gabriela por cómo se le iluminaba la cara cuando la nombraba”.
‘Mamen’, una de las dos hermanas del homenajeado junto a Irene, relató la entereza con la que afrontó el mal que minó fatalmente su salud, tras lo cual Ismael Serrano (uno de sus favoritos) entonó ‘Papá, cuéntame otra vez’ con dedicatoria personal inclusive, Luego llegaron mensajes de amigos como Alberto de Armas y compañeros como Pilar Álvarez y José Luis Rivero.
Los testimonios de María Vega y Alejandro Martín ahondaron en su calidad humana antes de que su colega Sandra Rodríguez hiciera una entrañable alocución en la que, una vez más, dio fe de que José Luis nunca fallaba cuando más hace falta un amigo, pero también dejó detalles de su ingenioso sentido del humor. Por la misma tarima pasó más tarde Marisa Tejedor para recordar que Sánchez-Parodi fue un puntal clave para su desempeño como rectora, mientras los mensajes grabados continuaban con los elogios de Ana Delia Hernández, Ignacio Gestau, Víctor Medina, Víctor Armijo, Juan Capafons, Luz Belinda Giraldo, Pedro Revilla, José Luis Román y Borja Cuesta. El broche final lo puso Carolina Reverón, que sin ser profesional se atrevió con éxito a cantar Me quedo contigo acompañada a la guitarra por el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar. Lo que sembró José Luis sigue vivo porque sus semillas han germinado en un sinfín de corazones.
Un excelente docente y garantía como letrado en los juzgados
José Luis Sánchez-Parodi Pascua, fallecido el pasado marzo en Santa Cruz de Tenerife tras luchar durante meses contra una grave enfermedad, nació en Cádiz allá por 1961, si bien pronto pasó aresidir en la Isla, donde ejercía como abogado en el bufete que lleva su nombre y era profesor titular de Derecho Mercantil en la Universidad de La Laguna. Entre otras responsabilidades, fue magistrado suplente de la Audiencia Provincial tinerfeña, vicedecano de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados provincial y director general del Instituto canario de Administración pública.