La pastelería y boutique del pan Relieve nació en el año de 1988 de la mano del Irene Páez y José Manuel Marrero en el barrio de El Toscal en Los Realejos, en el Norte de Tenerife. Este negocio familiar, que desde 2016 está capitaneado por la segunda generación, los hermanos Alicia, Carolina y Alfredo, este último en las tareas de director creativo y jefe de producción, ha sido capaz de conjugar tradición y vanguardia, hasta abrir cinco tiendas repartidas por diferentes lugares del Valle de La Orotava.

El jurado de los XXXVIII Premios Nacionales de Gastronomía de DIARIO DE AVISOS ha valorado en la pastelería y boutique Relieve la capacidad para elaborar una gastronomía dulce desde la tradición, pero aportando toques de vanguardia con el empleo de las mejores materias primas que la han convertido en un referente en esa zona.

Asimismo en su nuevo local de Puerto de la Cruz ha implantado el concepto Bean to Bar, el primero de Canarias, que es la forma más pura y respetuosa de elaborar chocolate, que no solo incluye el tratamiento y control de la materia primera desde el haba, sino que suma una relación directa con las personas que cultivan, fermentan y secan el cacao, abriendo infinidad de posibilidades en la elaboración.

La bollería artesanal, la panadería, la heladería, la chocolatería y la pastelería moderna y tradicional son los campos que trabaja Relieve, que se ha constituido como una marca referente del buen hacer y del uso de un género de primera calidad.

Alfredo Marrero no solo se ha formado en el negocio familiar, sino que también ha recibido instrucción en la escuela del Gremio de Pasteleros de Barcelona, y en obradores liderados por referentes nacionales como Oriol Balaguer, El Dolc de Yann Duytchel o Foix de Sarriá. También cuenta con un Master de Chocolate que le ha permitido la apertura del primer Bean to Bar de Canarias, que actualmente es el local de bandera de esta empresa familiar.

Aquí también han implantado una moderna y vanguardista cafetera ModBar, que sirve los cafés con un sistema similar a los grifos de cerveza: siempre sale en las mismas proporciones y se evita el azar de si sale más fuerte o flojo o con más o menos amargor.

También cuenta con un espacio Relieve LAB que funciona como escuela de formación y que tiene la doble vertiente de ofrecer cursos de repostería para profesionales y para público amateur que quiere aproximarse a este mundo dulce.