Premio Mejor Restaurante Canario: Casa Juan
Premio Mejor Restaurante Canario: Casa Juan. / FRAN PALLERO

Tradición, producto y darle una vueltita a las recetas son palabras que están siempre presentes en la boca de Arabisen Quintero Padrón, chef del restaurante Casa Juan, en La Restinga, El Hierro, quien junto a su mujer Carmen Lorena Machín, sacan adelante este pequeño local del pueblo marinero. Arabisen Quintero, que empezó su vida profesional a los 12 años atendiendo en las barras de otro negocio de restauración, El Ancla, siempre mantuvo el gusanillo de dedicarse al mundo de la cocina tal es así que cuando su abuela preparaba comida él ya aportaba ideas para elaborar los platos de otra manera.

Años más tarde entra a trabajar en Casa Juan, propiedad de la familia de su mujer, Carmen Lorena, y atiende las tareas de la barra y de la sala. Pero Arabisen sigue soñando con ser cocinero y un día le plantea a Carmen participar en la Ruta de la Tapa de La Restinga. Ella dice que si pero con la condición de que él se encargue de elaborar la tapa.

Visto el éxito de la tapa, Arabisen pasa a la cocina mientras que su mujer atiende la sala. Arabisen le echa horas a los fogones y a la vez comienza cursos de formación con cocineros profesionales, entre los que se encuentra Juan Carlos Clemente, y en los que organiza el Cabildo de El Hierro.

PREMIO MEJOR RESTAURANTE CANARIO 2018: CASA JUAN

Casa Juan es un restaurante que vive apegado su entorno marinero. Por eso los productos del mar ocupan un lugar preponderante en la carta. Petos, burgados, cabrillas, morenas, rabil, camarones, entran a diario en el local.

El chef conoce y entiende la cocina tradicional pero también le gusta dar una vueltita al producto e, incluso, se atreve con carpaccios o ceviches para jugar con diferentes texturas y sabores.
La búsqueda del producto de la isla es prioritario en la agenda de Quintero como muestra uno de sus platos: la croqueta de queso ahumado con piña herreña o el arroz cremoso con carne de cabra. Los chuletones y los bistec de res, procedentes de las cumbres de la Isla del Meridiano, han sido elogiados por la crítica gastronómica.